jueves, 2 de julio de 2009

Mi confrontación con la Docencia.

Los pasos que me situaron en este lugar son como los de muchos otros, la necesidad de trabajar; debo confesar que en mi proyecto de vida no estaba contemplada la docencia, a pesar de que varias personas de mi familia la ejercen. Un cambio de residencia y pocas oportunidades en mi área, me impidió colocarme rápido en un trabajo, entonces me ví en la necesidad de buscar otras alternativas y sin pensarlo mucho un día ya estaba frente a un grupo de alumnos esperando que yo les “enseñara algo”.

No fue fácil el inicio, nervios, inexperiencia, angustia y compromiso marcaron mis primeras semanas como docente. Observaba a otros compañeros buscando la técnica, el modo o la receta secreta para hacer mejor mi trabajo; hasta que un día decidí utilizar la forma de enseñar del maestro del que mas aprendí durante mis estudios profesionales, desde entonces la práctica domina a la teoría en el momento de impartir mis clases. Me enfrente a la falta de equipo, al hecho de que utilizaba un lenguaje muy técnico para comunicarme con los alumnos, al temido índice elevado de reprobación o calificaciones muy bajas. Tuve que adecuar mis herramientas, cambie el lenguaje técnico por uno más sencillo y coloquial para hacerme entender, me enfrente a la falta de equipo y mobiliario con creatividad, donde pude comprobar que los jóvenes tienen mucho que dar en ese aspecto, me valí de visitas a empresas y pláticas con gente del sector productivo para motivar a los muchachos y busque el intercambio de experiencias exitosas con mis compañeros docentes.

Sin querer que esto suene pretencioso, considero que mis fortalezas han sido la dedicación y las ganas que tengo de que los jóvenes, de mis clases, se lleven algo que puedan aplicar en su vida y les dé la oportunidad de acceder a un futuro mejor. Dentro de mis debilidades puedo decir que desconozco teorías del aprendizaje y que tengo mas gusto por la práctica que por la teoría, y las largas lecturas o el análisis de teorías del aprendizaje llegan a ser aburridas si no veo la aplicación de ellas en el aula.

Mi postura ante el cambio que se está dando en el sistema educativo es de apertura y disposición para aprender a enseñar y mejorar con esto el trabajo que realizo dentro del aula, pues le he tomado cariño y respeto a esta profesión a la que llegué un día por asares del destino pero que me ha llenado de gratas experiencias y satisfacciones.


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